Semillas de Sandia Sugar Baby sobre

 Sandía Sugar Baby: Características Sobresalientes

La Sandía Sugar Baby destaca por su corteza fuerte y pulpa firme de color rojo brillante y muy dulce. Además, puede tolerar el transporte a corta distancia sin perder sus cualidades. Su fruto tiene forma redonda, con dimensiones de aproximadamente 22 cm de largo por 20 cm de diámetro y un peso promedio de 4 a 5 kg. La corteza es lisa y de color verde oscuro. Su ciclo de madurez es precoz, tomando alrededor de 80 días para alcanzar la plena madurez.

Origen Histórico

La Sandía (Citrullus lanatus) es una especie que tiene su origen en el continente africano, donde fue domesticada hace miles de años. A lo largo del tiempo, diferentes variedades de sandía, incluida la Sugar Baby, han sido seleccionadas y cultivadas para mejorar sus características y adaptarla a distintos climas y suelos.

Tiempo de Siembra a la Cosecha

El tiempo de siembra hasta la cosecha de la Sandía Sugar Baby es de aproximadamente cinco meses. La siembra se realiza en primavera, alrededor de abril y mayo, cuando las temperaturas son cálidas y propicias para la germinación. La cosecha suele llevarse a cabo desde el mes de julio, cuando los frutos han alcanzado su madurez y están listos para ser consumidos.

Suelo, Clima y Temperatura

La Sandía Sugar Baby se desarrolla mejor en suelos ricos y bien drenados. Es importante asegurarse de que el suelo tenga una buena capacidad de drenaje para evitar encharcamientos que puedan dañar las raíces de la planta. Respecto al clima, prefiere un ambiente cálido y soleado para un óptimo crecimiento. Las temperaturas ideales oscilan entre 23 ºC y 30 ºC. Aunque es resistente, se debe evitar el cultivo en zonas con temperaturas extremadamente frías, ya que puede afectar el desarrollo de la planta y los frutos.

Riego y Método de Siembra al Suelo

El riego es esencial para el cultivo exitoso de la Sandía Sugar Baby. Durante la etapa de desarrollo de la planta y el fruto, es importante mantener el suelo con la humedad adecuada para un crecimiento óptimo. No obstante, es crucial evitar el exceso de agua, ya que puede provocar el agrietamiento de los frutos durante su manejo.

El método de siembra al suelo consiste en sembrar las semillas directamente en el suelo con una distancia de siembra de 2 m x 2 m o 4 m x 1 m (2 semillas por golpe). Aproximadamente 10-12 días después de la siembra, es recomendable realizar el raleo de plantas, dejando solo una planta por golpe para asegurar un crecimiento adecuado.

Método de Siembra en Maceta o Contenedor (si es viable)

 Instrucciones dentro del empaque