Semillas de Chía

La Chía, es una planta herbácea anual que encuentra su origen en el centro y sur de México, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica. En el mundo vegetal, esta especie se destaca junto con el lino debido a su excepcional concentración de ácido graso alfa-linolénico omega 3,. Su cultivo se enfoca en la obtención de sus valiosas semillas, que poseen usos alimenticios.

Esta planta puede alcanzar alturas de hasta 1.5 metros y produce flores que varían entre tonalidades purpúreas y blancas, dispuestas en racimos terminales. Su periodo de floración ocurre entre julio y agosto en el hemisferio norte. Tras la temporada estival, estas flores dan paso a frutos en forma de aquenio indehiscente, cuyas semillas son ricas en mucílago, fécula y aceite. Estas semillas, de aproximadamente 2 mm de largo por 1.5 mm de ancho, 1 mm de alto y de forma ovalada y lustrosa, varían en tonalidad de pardo-grisáceo a rojizo.

La Chía prefiere suelos ligeros a medios con buen drenaje y evita los entornos excesivamente húmedos. Al igual que muchas especies de salvia, muestra tolerancia ante la acidez y la sequía, aunque no puede soportar las heladas. Además, requiere una exposición abundante al sol para un adecuado desarrollo, no prosperando en sombras.

Las hojas de Chía se han ganado popularidad como infusión en tiempos recientes debido a su elevado contenido oleico y sus beneficios para el sistema inmunológico. Además, se ha observado que ofrecen protección contra enfermedades cardiovasculares.

Proceso de Siembra:

La siembra de Chía puede llevarse a cabo en macetas o jardineras. Inicialmente, es recomendable sembrar las semillas en una maceta con orificios de drenaje para evitar la acumulación de agua en la tierra y la posible putrefacción de las raíces. A medida que la planta crece y puede alcanzar hasta un metro y medio de altura, será necesario trasplantarla a un espacio más amplio.

Un aspecto crítico a considerar es la temperatura, ya que la Chía tolera el calor pero es vulnerable a las heladas. Si vives en una región con inviernos fríos, es aconsejable cultivarla en un invernadero o tener la capacidad de resguardarla en interiores durante las épocas de bajas temperaturas.

Las semillas se distribuyen en la maceta y se mezclan con arena utilizando un rastrillo. No es necesario plantarlas a gran profundidad; 1-2 centímetros suelen ser suficientes. Después de aproximadamente una semana, los brotes comenzarán a emerger. Durante esta fase inicial, no es necesario regar las semillas ni exponerlas a la luz solar directa. Sin embargo, una vez que las semillas germinen, se deben trasladar a un lugar que reciba luz solar al menos tres cuartas partes del día.

En cuanto al riego, no es necesario hacerlo diariamente. Debes regar las plantas cuando notes que la capa superior del sustrato se encuentra seca. La cantidad de agua requerida dependerá del clima de tu región y de la estación del año. Es importante recordar que debes humedecer la arena, no las plantas.

Cosecha de Semillas:

La recolección de semillas de Chía se lleva a cabo de manera selectiva. Por lo general, las cabezuelas secas se almacenan en una bolsa hasta que llegue el momento de separar las semillas. La cosecha de semillas de Chía en un entorno doméstico suele ser individual, esperando a que cada cabeza esté lista, en contraposición a las cosechas masivas comunes en entornos comerciales. El momento óptimo para la cosecha es crucial para asegurar una recolección exitosa sin desperdicio.

Instrucciones dentro del empaque.